El 25 de junio los porteños estrenarán su clásico disco “Caramba” en diferentes plataformas de Streaming. Conversamos con el bajista Rodrigo Catalán sobre el pasado, presente y futuro de la banda.
Por Felipe Gómez Gálvez / felipe@chilepunk.cl
Retrocedamos 22 años al pasado en la historia de Chile, hasta 1999. El fin del milenio. Eduardo Frei vive los últimos días de su gobierno, que -a punta de tratados de libre comercio- ha consolidado el modelo neoliberal implantado por la dictadura. La prensa relata cómo la “Crisis Asiática” se cierne sobre el país, mientras Ricardo Lagos y Joaquín Lavín se disputan la presidencia en las elecciones de diciembre de ese año. Pinochet sigue preso en Londres, pero la Concertación agiliza las gestiones para liberar al dictador.
En ese contexto, Ocho Bolas se mete al estudio para producir y grabar -el ahora clásico- “Caramba”. Un disco que, según cuenta la banda, de forma autogestionada se “grabó, mezcló y masterizó en tiempo récord, en dos semanas en un estudio del barrio de Recreo en Viña del Mar”. El resultado: un cassette (sí, no había plata para hacer CDs) con once canciones que de alguna manera reflejan la época que se estaba viviendo entonces en el país.
22 años más tarde, el legendario grupo porteño anuncia que el disco verá la luz de manera oficial en diferentes plataformas de streaming (ya se encontraba disponible en Internet pero no siempre en la mejor calidad) a partir del 25 de junio, sumándose a “Genio & Figura” que debutó en las mismas lides en septiembre del año pasado.
Rodrigo Catalán, bajista de Ocho Bolas, nos explica que este lanzamiento -o relanzamiento- se enmarca dentro de un proceso de rescate del “patrimonio artístico y musical” del grupo. “Estamos en un proceso que llamamos ‘receso productivo’, ya que no estamos tocando ni ensayando. La última actuación fue en julio del 2019. La pandemia nos ha obligado a buscar otras formas de continuar con el trabajo al interior de la banda”, detalla a Chilepunk.CL.
Y una de estas formas, fue pasar al formato digital las antiguas grabaciones del grupo. “Un par de sellos se contactaron con nosotros durante este tiempo y finalmente nos quedamos con Música del Sur, con quienes tenemos el acuerdo de subir toda la discografía a las plataformas de descarga. Comenzamos con el Genio & Figura y ahora el Caramba, dos discos icónicos, pero esperamos subir el resto de la discografía, así como también rarezas, covers, conciertos en vivo, etc”, agrega el músico y periodista.
-Rodrigo, ¿cómo ha sobrellevado el grupo toda esta situación tan penca? Me refiero a la pandemia, a Piñera…
–Piñera, para nosotros y para mucha gente, es lejos el peor presidente en la historia de Chile, después de Pinochet. Su nombre quedará grabado como el responsable de graves violaciones a los Derechos Humanos y el estado actual en que se encuentra el país. Afortunadamente le queda poco tiempo y tenemos la esperanza en el proceso constituyente que pronto se iniciará y nos liberará de la Constitución creada en la dictadura militar. Aclarar que los integrantes de la banda estamos de acuerdo en que apenas las condiciones sanitarias lo permitan volveremos a nuestra vieja sala de ensayos, porque hay un cerro de canciones nuevas que merecen sonar...
-De vuelta al año 1999… ¿En qué estaba Ocho Bolas por ese entonces, y cómo llegaron al lanzamiento de Caramba? Me acuerdo que “Caramba”, tema que da el nombre al disco, sonaba harto en la radio Rock & Pop, e incluso ustedes tocaron en alguna sesión de las Raras Tocatas Nuevas un par de años después…
-Año 1999, muchas cosas pasaban. Esos años para nosotros eran de mucho tocar en bares, sucuchos y subterráneos de Valparaíso, con instrumentos de gama baja, amplificación deficiente, sin iluminación y con un público bien punk. Era una escena muy decadente, donde teníamos que cargar nuestros propios equipos y nunca vimos un peso. Pero el amor a la música y lo irrenunciable de hacer lo que mejor sabemos era más fuerte que todo. Nunca nos importó nada más que tocar. Por esas cosas de la vida, tuvimos la suerte que la canción llegó a un productor de la radio y estuvo en la parrilla sonando un tiempo, lo que luego derivó en la invitación a las Raras Tocatas, presentación que hoy está disponible en Youtube.
-¿Cuánto hay del Chile de 1999 reflejado en las letras de este disco?
-Fue un periodo de cambios. Se terminaba la década de los años ’90 y con ello todo lo que habíamos aprendido, escuchado y volcado en nuestras canciones. Pero de la misma forma se abría la incertidumbre de los 2000, arrastrando una de las peores crisis económicas. Todo lo público se comienza a consolidar como un bien privado: la salud, la educación, las pensiones, la seguridad, hasta el agua, las carreteras, la energía eléctrica. Chile se mostraba como el mejor representante del modelo neoliberal. Creció el consumo y con ello el endeudamiento. Chile era ‘el jaguar de Latinoamérica’, el país más estable de la región política y económicamente para la inversión extranjera. Pero el modelo solo beneficiaba a unos pocos y perjudicaba a muchos. La brecha creció inevitablemente, porque todo era falso. Mucho dinero plástico, mucho endeudamiento en el acceso a los bienes y servicios. En esos años creíamos estar bien, pero era mentira, ahora estamos mal, pero al menos es verdad. Todo eso de alguna manera se evidencia en nuestras canciones, en nuestra música, donde la rabia, el desconcierto y la desesperanza siempre están presentes.
-Respecto a la parte sonora y musical de Ocho Bolas, tengo la sensación de que el sonido de “Caramba” es la antesala de lo que se consolidó después con el Genio y Figura… ¿lo percibes de la misma manera?
-Creo que todos los discos forman una gran cadena cuyos eslabones van configurando una historia, un relato, una forma de entender la música. Lo que ocurre en ‘Caramba’ también está muy marcado por el demo inédito anterior “En este medio-miedo” de 1996, que nunca vio la luz y que también puedes encontrar en Youtube, donde hay una mirada mucho más experimental y de improvisación, que busca traspasar las fronteras del punk, sin ponerse necesariamente etiquetas, muy marcado también por la influencia noventera. Cada disco se alimenta del anterior y de la trayectoria de la banda, de los años pasados, de las anécdotas, de lo vivido, porque es un punto de partida, un pie que nos permite avanzar, aunque claramente entre cada uno hay diferencias notorias, que se deben a un determinado momento y que buscan construir un lenguaje que intenta ser propio, sin responder a los estereotipos que se puedan esperar. Ocho Bolas nunca fue una banda masiva, ni de moda y eso siempre nos dio una ilimitada libertad creativa, que es el sustento de todos nuestros trabajos discográficos.
-Sobre esa misma libertad, una característica que llama la atención de Ocho Bolas es la facilidad con la que transitan por diferentes estilos musicales. “Genio y Figura”, por ejemplo, está lejos de ser un disco meramente punk y “Caramba” también fluye por varios sonidos distintos…
-Es que nunca nos hemos autoimpuesto límites, siempre nos hemos permitido hacer música de la forma en que más nos gusta. No creemos en las definiciones y en las categorías que muchas veces son establecidas por personas que no saben de música. Para nosotros la música es libertad, goce y placer. Todos somos autodidactas, crecimos y aprendimos nuestros instrumentos tocando en Ocho Bolas. Por eso, la banda es más que un grupo musical, es una especie de escuela, una forma de vida, donde aprendimos muchas cosas. Al principio partió como un juego, como una forma de divertirse, pero luego tomó la seriedad que corresponde, a medida que nosotros íbamos creciendo, pero sin perder esa característica lúdica. En cuanto a los estilos, claramente demuestra nuestro interés por variados tipos de música y las diversas influencias que nos han marcado durante nuestras vidas.
-Lo último que escuché de la banda (en estudio) fue el cover “El bazar de los juguetes”. ¿Para cuándo nuevo material?
-En efecto, la última grabación en estudio fue “El bazar de los juguetes” un clásico tango del argentino Miguel Caló, que en Chile popularizó el cantante porteño de boleros Jorge “Negro” Farías, y que precisamente grabamos en su homenaje. Luego de eso, la banda estuvo tocando de forma constante. Tenemos una gran cantidad de material nuevo, como para hacer un disco doble, pero por diversos motivos se han debido posponer su producción. Hoy que la banda se apresta a celebrar sus 33 años en noviembre de este 2021 y que los integrantes bordeamos los 50 años de edad, estamos más que convencidos que apenas podamos, debemos reunirnos para comenzar a trabajar en un grupo de canciones nuevas que veníamos tocando hace un tiempo y que no alcanzamos a grabar, más las que seguramente saldrán casi de forma natural. Y es así como lo entendemos, como un deber, una responsabilidad.
-Para ir cerrando… ¿Por qué tardaron tanto en lanzar su material en streaming? ¿Hay algún rollo político ahí o simplemente casualidad?
-La verdad es que durante todos estos años estuvimos concentrados en tocar y ensayar, pero la pandemia nos dio tiempo para parar un poco y pensar en otros proyectos. Mucha gente nos pedía subir la discografía al streaming y finalmente lo concretamos. Ha sido una gran sorpresa ver la excelente respuesta que ha tenido el Genio & Figura, y esperamos que pase lo mismo con Caramba y con el resto de la discografía. Nos interesaba principalmente dejar disponible nuestro trabajo para las nuevas generaciones de auditores y seguidores de la banda, que no tuvieron la posibilidad de tener el formato físico. Nos tocó ver muchas veces que profesores de secundaria enseñaban poesía con el disco de Pablo de Rokha, incluso académicos universitarios que lo usan en sus talleres de literatura, lo que nos generó toda una camada de auditores que vienen de un mundo diferente y que crecieron con la banda escuchando nuestras canciones. Las quinientas copias en cassette del ‘Caramba’ no existen y las mil del ‘Genio & Figura’, menos. Entonces era una forma de resguardar el patrimonio artístico y musical de la banda.
-Y lo último, un espacio para agregar lo que quieras…
–Lo primero es que agradecemos su interés en nuestra música e historia y saludamos a todos los lectores de Chilepunk.CL. Comentar que vienen varios proyectos en carpeta para la banda: el 2022 se cumplen 20 años del ‘Genio & Figura’ y estamos pensando realizar una edición de lujo en vinilo, para celebrar la fecha. De igual manera estamos trabajando en la reedición del demo “Al servicio” en vinilo, así como también del “Trabajo Duro”. También tenemos la idea de realizar un libro que cuente la historia de la banda, con entrevistas y un relato fotográfico desde los inicios de la banda en 1988, hasta la actualidad.
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