El feminismo en el punk chileno se abre camino en una escena dominada por hombres

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“Oye, tocai como hombre”, le dijo un tipo del público a Paulina después de una tocata. El comentario, que pretendía ser un halago, le quedó dando vueltas. ¿tocar como mujer sería hacerlo mal? Esta es una mirada por la escena local.

Por Macarena Núñez F.

macarena@chilepunk.cl

No ser hombre y habitar la escena del punk es difícil. Súper difícil. Sin embargo, la irrupción del movimiento feminista en la sociedad chilena ha permitido a las mujeres permear la hegemonía masculina también en este rubro, demostrando que es posible coexistir en este espacio y al mismo tiempo, abrir otros nuevos.

Hoy, la nueva Ola Femimista ha permeado la escena punk local. De todas maneras, mucho antes de esta irrupción, ya existían bandas feministas precursoras a nivel local como Día Catorce, grupo que tuvo actividad entre 1998 y 2003 y que, pese a su corta vida, alcanzó a editar un álbum con 12 canciones. Tras la disolución de la banda y con la última guitarrista de Día Catorce, Alejandra Elgueta, nacieron Las Jonathan, uno de los primeros tríos musicales en Chile que se influenciaron por el movimiento riot grrrl.

Ya hacia el final de la década de los 90’s surge Lilits (1999), un power trío con más de 20 años en escena y que, pese a no tener una agenda tan activa, sigue presentándose en vivo y grabando nuevos temas.

Otro referente en estas lides son las puentealtinas de Portaligas. Aburridas del punk hecho por y para hombres, y “de un ambiente machista” -como declaran en su página web-,  crean su propia banda punk rock en 2009. Rápidamente comparten escenario con connotados como BBS Paranoicos, Los Peores de Chile y Machuca. En 2011 participan además del Festival Fem Fest.

rockeras y activistas

Horregias, banda originaria de Renca e integrada por Horridia punk (39) en guitarra; Feocia (37) como vocalista y bajista; y Mari Crimen (42) en la batería, es un grupo que inició su carrera en 2008. Activistas lesbofeministas que han forjado su propio espacio dentro de la escena musical, incluso haciendo shows solas si es necesario. Para ellas es importante tocar en círculos que sean seguros, tanto para la banda como para las personas que asisten a los shows y eso significa participar de actividades que sean lesbofeministas. Y aunque la banda no se identifica totalmente con el punk, reconocen que tomaron del movimiento “la actitud, las letras, el discurso, hacer música con acordes simples y el hecho de ser un power trío”, pero siempre dando importancia a su estilo como un espacio disidente dentro de la música.

El caminar de Horregias no ha sido fácil. En la grabación de sus dos primeros discos trabajaron con el sello Coraje Records, que la banda denuncia como abusadores: parte del equipo constantemente hacía comentarios respecto a sus corporalidades. Violencia machista que también aparecía en sus presentaciones en vivo, con técnicos y sonidistas explicándoles cosas que ellas, por supuesto, ya sabían. “Tuvimos que hacernos respetar y ahí fue cuando comenzamos a conceptualizar las violencias por las que pasamos”, explican.

Esta fue una de las razones que las llevó a tocar en distintas áreas: “Nos miraban
a huevo, por eso comenzamos a tocar en escenas disidentes, aunque no fuese con bandas punk”.

El próximo proyecto de Horregias es celebrar sus 12 años en una tocata online, con todos los desafíos técnicos que esto conlleva. La actividad se llevará a cabo en diciembre y pronto se pondrán en venta las entradas para poder presenciar el concierto.

Sin lencería

Otra banda que se ha erigido en la escena punk rock feminista es Sin Lencería. Se formaron en 2012 y tras algunas rotaciones de integrantes alcanzan su formación actual con: Adelen en guitarra y voz; y Kenia en bajo y coros y Paulina en batería y coros. Justamente, a ella es a quien le hicieron el mansplaining: “tocai como hombre”.

Tras participar en las Escuelas de Rock Mujeres, Sin Lencería logra llegar a los escenarios del festival Cosquín Rock en 2018.

Antes de la pandemia, el trío punk se caracterizaba por tener una agenda bien movida en escenarios nacionales, llegando a compartir espacios con músicos chilenos y bandas internacionales como Ska-P, 2 Minutos y Loquero, entre otras.

Este año Sin Lencería creó el fanzine “Historias Lencericas”, un medio online escrito y dibujado por Adelen, guitarrista de Sin Lencería. El fanzine incluye relatos de la banda relacionados con comentarios y actitudes machistas que han vivido, pero también, explican, es un espacio para compartir sobre las mujeres que las inspiran y su propia historia.

Este año también, pero en febrero, la banda estrenó el single “Juanita tres cosas”, tema que les valió dos nominaciones a los Premios Índigo, que reconocen lo mejor del año en la música independiente, en las categorías “Mejor banda independiente” y “Canción independiente del año”.

punk con voz de mujer

Pero las mujeres no solo se han abierto camino en el punk mediante la creación de bandas conformadas solo por mujeres, sino que también a través de la participación como vocalistas en grupos integrados mayoritariamente por hombres. Este es el caso de Natalia Torres, vocalista de Dizclaimers (2015) e integrante del trío desde sus inicios.

Sobre su rol liderando una banda en un movimiento integrado casi en su totalidad por hombres, ella explica que “mi experiencia en general ha sido súper buena, no me he sentido discriminada”, agrega que entró en un momento en que las mujeres se han ido posicionando en la música.

Pese a esto, cuenta que ha vivido situaciones en las que se ha notado la diferencia por ser mujer. “Una vez estábamos armándonos en el escenario, yo
estaba con el micrófono esperando, y un sonidista me preguntó si sabía quién era el vocalista de la banda. En un principio cuesta sacarse el estigma de que hay solo hombres en el punk”.

Aunque Dizclaimers es un grupo conformado más por hombres que por mujeres, Natalia dice que su visión influye totalmente en las temáticas de la banda y comenta que la incorporación del feminismo en la banda también proviene de parte de sus compañeros hombres.

“El feminismo ha servido para ir limpiando la escena punk del machismo. La gente con actitudes machistas o se ha dado cuenta o se ha ido alejando, así que dentro de todo hemos ido formando un espacio bien seguro para las mujeres”, explica Natalia. También cuenta que forma parte del colectivo feminista Mujeres al Frente, que reúne bandas feministas que pertenecen al movimiento hardcore punk y que se enfoca en crear espacios para mujeres en distintos ámbitos: música, comunicación y el arte en general.

Siguiendo con la línea de mujeres líderes en bandas punk, es necesario destacar el trabajo de Cristina (34), vocalista de los santiaguinos Podría Ser Peor. “Me gusta el punk, es loco, sincero y alegre como yo”, bromea. Cristina comenta que las actitudes machistas deben quedarse en el pasado, que el mundo cambió: “nosotras las mujeres lo cambiamos”.

Para Cristina, el feminismo aporta en el movimiento punk debido a que está en contra de lo establecido: para ella feminismo y punk es sinónimo de empoderamiento y rebeldía.

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