Patocarlos: Ska para el caos y la catarsis nacional


En su tercer disco, Patocarlos afila el ska con punk, scratches y una cuota de desparpajo generacional. Lo bautizan Aunque sea por un rato y hasta se atreven con un cover de Stereo 3, porque la vergüenza, como el silencio, se rompe bailando.

Por Equipo Chilepunk.cl / contacto@chilepunk.cl

En un país donde el estrés se ha cimentado como patrimonio nacional y la burocracia se mide en horas perdidas, Patocarlos irrumpe con su tercer álbum, “Aunque sea por un rato”. La banda lo hace con la serenidad de quien comprende que el caos no se enfrenta con solemnidad, sino con la vibración del baile, la disonancia del ruido y la precisión de un bloque de vientos bien afinados.

La agrupación santiaguina —que ha sorteado varios cambios en su formación— entrega una producción que no demanda interpretaciones complejas. Es, en esencia, una invitación directa a la desconexión sin culpas ni pretextos, con los pies en constante movimiento. Si bien el ska persiste como su columna vertebral, como siempre le injertan elementos de punk, hardcore y algunos scratches que evocan la sensación de haber desenterrado una tornamesa de los albores del 2000.

Se percibe en el ambiente una resonancia del espíritu de los Voodoo Glow Skulls: esa particular confluencia entre urgencia, desorden y una precisión que logra mantener todo al borde del colapso. Las letras son simples y directas. No hay en ellas grandes verdades universales ni profundas reflexiones existenciales. Y esto, en un panorama donde muchos insisten en sonar trascendentales, se agradece: Patocarlos opta por la claridad y la capacidad bailable. Justo lo que mejor saben hacer.

Pero el golpe maestro —o el desliz más brillante, según la perspectiva— reside en un cover de “Atrévete a aceptarlo”, aquel relicario pop de la extinta boyband Stereo 3, que a principios del millenio intentaba criollamente emular el éxito de Back Street Boys o N Sync. Un grupo tan efímero como olvidable para una generación que aprendió a sufrir en videoclips cargados de camisas abiertas y efectos de neblina. Patocarlos lo toma, lo distorsiona, eleva sus pulsaciones y lo reconfigura para el pogo. El resultado es tan improbable como efectivamente contagioso.

“Aunque sea por un rato” está disponible en Spotify, YouTube y en cualquier plataforma donde la música sirve de banda sonora para el tráfico incesante, los extensos turnos laborales o las caminatas de regreso a casa.


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